Tras descubrir este juegazo y haber visto una demo de mano de los chicos de Habemus Ludum comencé a hacerme mi propia banda vikinga y con ella casi terminada llegó el momento de jugar mis primeras partidas. Con AJ, de Habemus Ludum, como tutor y completando mi banda con un par de puntos de la asociación, comenzó mi andadura en el juego. Debo decir que logré que todos mis guerreros acabaran en el Valhalla y... ¿acaso no es ese el sueño de todo vikingo? Bromas aparte me dio dos soberanas palizas, sin embargo creo que la mejor forma de aprender es fallando, así que voy a intentar analizar aquí mis fallos para que podáis aprender de ellos o incluso aconsejarme. Os dejaré también algunas fotillos para amenizar la lectura.
AJ jugaba con normandos, unos tipos con bastante caballería y donde todo cristo tiene armas de disparo. Ya en mi despliegue vi mi error. Acostumbrado a Warhammer y a poder hacer casi de todo en todos los turnos desplegué demasiado atrás, lo que le daba a mi rival tiempo de sobra para brearme a disparos. Además en Saga tu movimiento depende de tus dados Saga, por lo que no siempre podrás hacer avanzar a todas tus tropas. Un error que pagué caro.
En la segunda partida traté de compensar esto, pero junté demasiado mis tropas lo que me dio muchos problemas a la hora de llegar al combate, y una vez más AJ aprovechó su movilidad y sus disparos para ir mermando mis tropas. Además descubrí otro gran factor de este juego, las habilidades en turno contrario. Cuando generas tus dados saga puedes reservar algunos, ya colocados, para usarlos en el turno del contrario, de no hacerlo, y como pude experimentar, seguramente hagas más daño en tu turno, pero estarás mucho más expuesto en el del contrario.
Con la lección aprendida llegó el momento de volver a jugar, y unos días después mis vikingos desembarcaron en las costas anglosajonas de Vallely en busca de tesoros y mujeres. Creo que la partida me fue bastante mejor, pese a que mis chicos volvieron a morder el polvo, estuvo más ajustado esta vez. En esta ocasión hice un mejor despliegue y con algo más de suerte en los dados pude desplegar el potencial de mis soldados, lo que me sirvió para descubrir el factor clave de este juego, la fatiga. Tras un turno demoledor en el que muchos anglosajones regaron la tierra con su sangre mis tropas quedaron demasiado fatigadas y Vallely lo aprovechó para castigar mi osadía. Perdí a mi Warlord y a partir de ahí las cosas fueron cuesta abajo. Así que la próxima vez tendré que centrarme en no permitir que me ciegue la furia asesina y recordar que nadie puede luchar eternamente.
Y tras estas tres partidas solo puedo decir que este juego cada vez me está gustando más. Aprovecho para agradecer a Vallely y Aj por sus enseñanzas y su buen rollo a la hora de jugar, además de aguantar mis constantes preguntas. Ahora toca pintar, para dejar de usar las minis de la asociación y seguir jugando, aprendiendo y quien sabe, si con un poco de favor de los dioses, ganar alguna partida.
AJ jugaba con normandos, unos tipos con bastante caballería y donde todo cristo tiene armas de disparo. Ya en mi despliegue vi mi error. Acostumbrado a Warhammer y a poder hacer casi de todo en todos los turnos desplegué demasiado atrás, lo que le daba a mi rival tiempo de sobra para brearme a disparos. Además en Saga tu movimiento depende de tus dados Saga, por lo que no siempre podrás hacer avanzar a todas tus tropas. Un error que pagué caro.
En la segunda partida traté de compensar esto, pero junté demasiado mis tropas lo que me dio muchos problemas a la hora de llegar al combate, y una vez más AJ aprovechó su movilidad y sus disparos para ir mermando mis tropas. Además descubrí otro gran factor de este juego, las habilidades en turno contrario. Cuando generas tus dados saga puedes reservar algunos, ya colocados, para usarlos en el turno del contrario, de no hacerlo, y como pude experimentar, seguramente hagas más daño en tu turno, pero estarás mucho más expuesto en el del contrario.
Con la lección aprendida llegó el momento de volver a jugar, y unos días después mis vikingos desembarcaron en las costas anglosajonas de Vallely en busca de tesoros y mujeres. Creo que la partida me fue bastante mejor, pese a que mis chicos volvieron a morder el polvo, estuvo más ajustado esta vez. En esta ocasión hice un mejor despliegue y con algo más de suerte en los dados pude desplegar el potencial de mis soldados, lo que me sirvió para descubrir el factor clave de este juego, la fatiga. Tras un turno demoledor en el que muchos anglosajones regaron la tierra con su sangre mis tropas quedaron demasiado fatigadas y Vallely lo aprovechó para castigar mi osadía. Perdí a mi Warlord y a partir de ahí las cosas fueron cuesta abajo. Así que la próxima vez tendré que centrarme en no permitir que me ciegue la furia asesina y recordar que nadie puede luchar eternamente.
Y tras estas tres partidas solo puedo decir que este juego cada vez me está gustando más. Aprovecho para agradecer a Vallely y Aj por sus enseñanzas y su buen rollo a la hora de jugar, además de aguantar mis constantes preguntas. Ahora toca pintar, para dejar de usar las minis de la asociación y seguir jugando, aprendiendo y quien sabe, si con un poco de favor de los dioses, ganar alguna partida.
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